Hasta ahora hemos hablado de la situación económica y financiera de España y Europa, de las distintas alternativas en política macroeconómica europea que se podrían llevar a cabo, con el objetivo de solucionar los problemas creados y retornar a la senda de un crecimiento económico sano.
Sin embargo, no hemos hablado del rol del director de orquesta de esa política: el banco central europeo.
Primero: Los bancos centrales en teoría tienen la misión principal de garantizar el flujo de dinero y el suministro de liquidez, impidiendo al mismo tiempo que la inflación se desboque. Pero también tienen otra misión, hasta ahora "secundaria", que consiste en la supervisión y vigilancia de lo que sucede en los mercados financieros. Deben evitar que se creen situaciones peligrosas para la economía. El presidente del BCE alertó, ya en 2005, de un aumento excesivo de la masa monetaria M3 (que incluye gran parte del crédito), y su homologo del Banco de España alertó de una sobrevaloración de los activos inmobiliarios. Sin embargo, aparte de hacer declaraciones políticas, no se subieron los tipos de interés a tiempo, ni supervisaron los riesgos de que unos países determinados consumieran crédito y otros ahorro, riesgos que se visualizaban claramente mirando las cifras del interbancario europeo.
En los años de la expansión de crédito, aparte de declaraciones vacías, no teníamos una política macroeconómica común algo más restrictiva, que protegiera al conjunto de la zona euro de la creación de burbujas financieras y de la expansión en contra de toda lógica de la deuda exterior. Debido a ello, hubo estados que, a pesar de saber que era lo necesario para ellos, decidieron no aplicar esas necesarias políticas por propia iniciativa con las pocas herramientas disponibles a su alcance (austeridad en los sueldos, mercados hipotecarios hiperregulados e intervenidos, inversión en I+D y vigilancia de las balanzas comerciales, autorestricciónes del crédito solicitado al exterior, etc.). La expansión de crédito provocaba unos mayores ingresos al estado ¿porque no sumarse a la fiesta? ¿porque preocuparse por el largo plazo?
El resultado es que, en España, se solicitaron créditos por valor de medio billón de euros exclusivamente para apilar tochos, sin siquiera valorar si habría gente que los comprara. Aquí tenemos una gráfica muy indicativa de la procedencia del crédito financiero exterior de los países que ahora tienen problemas para refinanciarlo:
Alemania y Francia nos prestaban todo el dinero que queríamos, sin comprobar en lo más mínimo que esas inversiones tuvieran la capacidad de generar un retorno que permitiera pagar el principal más los intereses. Ahora cuando hay vencimientos de deuda, ya no refinancian a nuestros bancos y cajas, porque es obvio que en algún momento muchos de ellos dejarán de pagar. Se sustituye el crédito privado exterior por deuda pública, via instrumentos como el FROB, y de momento la deuda pública se vende en los mercados internacionales (aunque ya hemos tenido varias crisis que han obligado al BCE a intervenir...)
Segundo: El BCE va siempre por detrás de las actuaciones de la FED estadounidense como se puede ver en el grafico del siguiente link o en este otro menos detallado pero más actualizado, lo cual siempre nos deja en desventaja competitiva durante ciertos periodos de tiempo. Al final acaba haciendo lo mismo, pero en menor cantidad, y más tarde. Tanto si se trata de subidas o bajadas de tipos, como de monetización de deuda. Cierto que eso le da una mayor estabilidad al euro, y eso hace que suba de valor, pero ¿en un entorno en que todos devalúan su moneda realmente nos conviene un euro fuerte? Las sociedades con problemas de competitividad, que además son las que están endeudadas, no saldrán del pozo mientras el euro sea tan fuerte ya que su deuda exterior no parará de crecer debido al déficit comercial.
Tercero: Los rescates bancarios encubiertos, es decir, la "restructuración" de los sectores financieros nacionales con deuda exterior no refinanciable, se está haciendo a base de deuda pública nacional. Esto traslada la presión de esa deuda privada a los mercados de deuda pública de los estados, sobretodo en aquellos cuyo sector privado tiene una enorme deuda exterior. ¿Tienen que pagar los estados por la ausencia de una supervisión real del interbancario europeo durante los años de expansión del crédito? En parte si, y en parte no, lo normal sería que el BCE se encargara tanto de los rescates bancarios, como de la liquidación de los bancos inviables, y que los estados asumieran la cesión de soberanía en supervisión financiera.
En los últimos días parece que se están tomando medidas en esa dirección, para que no sean los estados los que lleven a cabo esos rescates y reestructuraciones de deuda exterior incobrable, tanto si es privada como si es pública.
Por un lado:
La UE acuerda imponer medidas de competitividad, control del gasto público, y un fondo de rescate con mecanismos de reestructuración de deuda, para que el sector privado pague parte del coste de esa reestructuración. En definitiva: no se podrá gastar a manos llenas sin tener en cuenta la competitividad de la economía, y si los inversores compran deuda pública a un alto interés, no podrán esperar que la UE les pague el interés pactado si el pais en cuestión quiebra.
Por otro lado:
Parece que será creado un mecanismo para que las entidades financieras en quiebra sean liquidadas ordenadamente, es decir, no serán rescatadas sin más. Aqui también tendremos una diferencia con la situación actual, donde se paga con dinero público los altos intereses de vehiculos de inversion como participaciones preferentes, bonos corporativos, etc.
Estas son medidas que van en la dirección que desde este blog hemos defendido, sin embargo, si no van acompañadas de algún procedimiento transitorio para resolver la situación actual (mayor inflación durante un tiempo, reestructuración de los tipos de cambio, devaluación del euro, etc.) difícilmente saldremos del hoyo con rapidez.
Se habla de reforma financiera para regular las apuestas a la baja, de tasas a las transacciones internacionales para frenar la especulación, de fondos de rescate, y de reestructuraciones de deuda. Pero no se ataca el problema principal de fondo: el rol del Banco Central. En los links anteriores se puede ver que Trichet no quiere que haya quiebras controladas, no quiere rescatar directamente los bancos, y tampoco quiere reestructuración de deuda. El Banco Central se ha instalado en la postura del defensor del acreedor, sin dar ninguna solución factible más que decir que toda la población debe bajarse los sueldos para ser competitivos (aumentando los beneficios de los acreedores e inversores, y reduciendo las rentas del trabajo). Mientras el mandato del banco central sea ese, saltaremos de crisis en crisis y tiro porque me toca, destruyendo en cada una de esas crisis más y más servicios publicos, y reduciendo nuestro nivel de vida medio. ¿Es ese el modelo social que le conviene a Europa? Yo creo que no.
Cada país tiene un % de participación en el Banco Central, por lo cual es una autentica falacia que sea una entidad independiente, sin embargo ahora mismo el BCE sirve mucho más a los intereses de los acreedores netos (Alemania, Holanda, Benelux.) que a los deudores netos (España, Grecia, Irlanda, Portugal ...), y eso, a pesar de que la mayoría de Europa necesita que la política monetaria del BCE sea más expansiva, monetizando deuda publica y rescatando bancos en problemas. Está más que demostrado que el BCE se resiste como gato panza arriba a ejecutar las políticas que Europa en su conjunto necesita.
Es cierto que una política monetaria más expansiva e inflacionaria generaría efectos secundarios no deseados en la industria pesada europea, pero como no quieren reequilibrar los diferenciales de competitividad, reestructurando los tipos de cambio iniciales de la zona euro, a los deudores solo les quedan dos soluciones:
1.- Dejar caer aquellas de sus empresas que tengan una enorme deuda exterior que no puedan refinanciar por si mismas.
2.- Unirse y forzar un cambio en las políticas monetarias del BCE.
Los países acreedores poseen la mayoría de los derechos de voto en las instituciones europeas y en el propio BCE, ¿porque no utilizan esa mayoría?
Hay cumbres Francia-Alemania donde se hablan de estos temas, y se toman decisiones a nivel europeo sin contar con los demás. ¿Porque nuestro gobierno no prepara una cumbre de países endeudados en la que no se invite a Alemania? ¿porque no nos unimos y forzamos un cambio de política monetaria que beneficie a los ciudadanos y al empleo en lugar de a los grandes acreedores europeos? La reciente cumbre entre Sarkozy y Merkel no es más que un nuevo ejemplo de que es necesario otro tipo de liderazgo europeo que realmente vele por el interés general de la Unión, un contrapoder al interés de los acreedores que proponga reformas en la UE que beneficien a la mayoría, y no sean un compromiso de mínimos para salir del paso unos meses más. Los medicos deben curar al enfermo, no mantenerlo en coma profundo esperando que algún día despierte por arte de magia.
martes, 2 de noviembre de 2010
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